perro huele sapo

¿Qué hago si mi perro muerde un sapo?

Si un perro muerde o lame un sapo, el anfibio secretará por las glándulas un líquido urticante, es decir, un veneno para protegerse en situaciones peligrosas. Al entrar en contacto directo con las mucosas, boca o lagrimales del perro les provocará una intoxicación con toda seguridad. Si ese veneno llega al sistema circulatorio de nuestro amigo, puede sufrir convulsiones, un babeo excesivo, vómitos, diarrea, debilidad, pupilas dilatadas, mucosas muy enrojecidas o azuladas… Y en los casos más extremos la muerte. 😥

Todos los sapos no tienen el mismo nivel de toxicidad y, por suerte, en España no hay sapos extremadamente peligrosos, pero no por eso debemos despreocuparnos ya que, en mayor o menos medida, todos los sapos son peligrosos para nuestras mascotas.

Primeros auxilios.

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Si ves síntomas después de que el perro ha podido estar jugando con sapos, ante todo mantén la calma para que él tampoco se ponga nervioso y así poder manejarlo y ayudarlo mejor.

Los primeros auxilios que se deben realizar consisten sobre todo en limpiarle la boca con agua de dentro hacia fuera, para eliminar posibles restos de la toxina. Para ello podemos emplear un botellín de agua, hacerle un agujero en el tapón y echar a presión, desde dentro de la boca para fuera. En cualquier caso, si notáis síntomas como los que hemos mencionado, antes de llevarnos un buen susto, aconsejamos llevarlo al veterinario cuanto antes.

Nuestra pequeña anécdota con Trevol y un sapo

En cierta ocasión pasamos un gran susto con uno de nuestros perretes, llamado Trevol, a quien gusta salsear demasiado. Era de noche, y estaba todo oscuro, cuando nos dimos cuenta de que Trevol ¡estaba jugueteando con un sapo! A toda prisa le lavamos la boca en una fuente que teníamos cerca y lo llevamos al veterinario de urgencias. Nuestro pobre Trevol, baboseando, nervioso, llorando, vomitando, y eso que lo llevamos pitando. El trayecto en coche se nos hizo eterno viendo como estaba nuestro pobre perro de tan solo 8 kilitos. Los sapos de aquí, no son excesivamente tóxicos como ya hemos dicho antes, pero hay que actuar cuanto antes.

Ya en el veterinario, le aplicaron líquidos intravenosos y los medicamentos necesarios para poder recuperarse, pero la verdad es que estuvo una semana bastante «off» en casa, sobre todo los primeros días en que no se tenía casi en pie. A la semana por fin, ya volvió a ser él. Esperemos que por lo menos haya aprendido que a un sapo mejor ni acercarse. Aunque la cara de pillo que tiene…

Nuestro perrito Trevol tuvo un accidentado encuentro con un sapo.
Nuestro perrito Trevol pensando qué trastada hacer

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